Un estudio recientemente publicado en la Revista de Medicina del sueño clínico (Journal of Clinical Sleep Medicine), sugiere que comer productos con poca fibra y muchas grasas saturadas, afecta negativamente al sueño profundo. Esta es una fase muy importante del sueño donde se recupera la energía física y mental. Los investigadores también hallaron que la comida con mucha azúcar está relacionada con el sueño con muchas interrupciones.

Los participantes del estudio fueron 13 hombres y 13 mujeres que pasaron 5 noches en un laboratorio del sueño. Estaban en la cama durante 9h cada noche (10pm – 7am) y la media de sueño fue de 7 horas y 35 minutos. Los primeros días del estudios, los participantes tuvieron una dieta bajo control, con menús preparados que incluían pocas grasas saturadas y muchas proteínas. El último día del estudio los participantes tuvieron la libertad de elegir sus propios alimentos, que tenían un contenido en grasas saturadas significativamente mayor y menor en fibra.

Las ondas cerebrales, los niveles de oxígeno, el ritmo cardiaco, la respiración y los movimientos oculares y de las piernas fueron recogidos por una polisomnografía durante el sueño. Conciliar el les costó más tiempo a los participantes el día que eligieron ellos mismos su propia comida: 29 minutos, comparados con los 17 que les habría costado los días anteriores. El otro hallazgo remarcable fue que tuvieron un sueño profundo menor cuando ellos mismos seleccionaron su comida. Los investigadores relacionaron esto con un aumento de la ingesta de las grasas saturadas.

Los descubrimientos de este estudio indican importancia de una dieta sana; más aún teniendo en cuenta que los problemas de sueño están relacionados con todo tipo de problemas de salud.

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