El principio de modalidad: Fundamentos y Limitaciones

mayer's modality principle

En las presentaciones multimedia que contienen tanto explicaciones verbales con imágenes, como animaciones con texto fijo, ¿existe un significado en la manera de presentar las palabras? ¿Habría alguna diferencia si las palabras se presentasen en un texto de la pantalla en vez de un texto hablado?

Mayer y sus colegas hacen énfasis en el significado de presentar los módulos y la información en maneras que sean consistentes con la forma de trabajar de la mente humana. Entre estos principios, el Principio de Modalidad tiene el mayor número de estudios y evidencia científica que lo apoye.

Este principio sostiene que las palabras, cuando son presentadas junto a otras imágenes, deberían presentarse como un discurso más que un texto sobre la pantalla. La narración ha mostrado ser más eficaz que el texto en pantalla cuando las presentaciones involucran información tanto verbal como visual.

Muchos módulos, cuando enseñan al alumno sobre un procedimiento o mecanismo, presentan gráficos con su correspondiente texto explicativo sobre la pantalla, lo cual puede resultar muy largo. El problema  de esto es que se contradice con la forma en la que las personas absorben la información de su entorno. La teoría cognitiva del aprendizaje muestra que existen dos canales distintos utilizados cuando las personas procesan la información- el canal visual y el canal auditivo. Utilizamos el canal auditivo cuando absorbemos información en forma de palabras, también denominada información verbal. En el aprendizaje, la información verbal se presenta como texto junto con estímulos visuales, estos dos formatos compiten por la misma capacidad (limitada) del canal visual.

Cuando las palabras se presentan como texto en pantalla junto con imágenes y animación, hay una mayor posibilidad de sobrecarga del canal visual. El alumno ha de prestar atención a los gráficos, y a la vez procesar la información de las palabras escritas. Esto supone un problema para el aprendizaje, ya que la atención ha de ser igual para ambos (gráficos y texto) lo cual resulta difícil, sobre todo si el gráfico es complejo o la presentación tiene un ritmo rápido. Para solucionar este problema, el principio de modalidad sugiere que necesidades de procesamiento del canal visual deberían minimizarse, para reducir la sobrecarga y prevenir el aprendizaje ineficaz.

Cuando las palabras se presentan como un discurso, la información verbal entra en el cerebro a través de los oídos y el canal auditivo, mientras que de manera simultánea se procesan los gráficos a través de los ojos y el canal visual. Esto previene la sobrecarga de ambos canales, y permite a las palabras y a las imágenes ser procesadas a la vez.

El canal de modalidad explica perfectamente cómo hacer un uso eficaz de ambos canales. Pese a todas sus ventajas, también tiene ciertas limitaciones. Algunos ejemplos en los que este principio no es aplicable son los siguientes:

Cuando el entorno de aprendizaje no puede atender a los requerimientos técnicos para entregar la información auditiva, como por ejemplo prestar cascos, cartas de sonido, o encontrar el correcto ancho de banda.

  • Cuando las palabras habladas pueden crear un sonido indeseable en el entorno de aprendizaje
  • Cuando añadir narraciones habladas supone gastos por encima de los disponibles en la organización
  • Cuando la información requerida se actualiza frecuentemente

Además, cuando la narración conlleva palabras muy técnicas, poco familiares o difíciles de comprender, un texto adicional en pantalla puede ser utilizado para facilitar el aprendizaje. Esto también es aplicable cuando hablamos de fórmulas complejas o problemas matemáticos, en los que las formulas han de mostrarse en pantalla para poder acceder a ellas fácilmente.

En resumen, el principio de modalidad debería únicamente aplicarse en casos en los que las palabras se utilicen simultáneamente con gráficos, y no es aplicable cuando las palabras se usan solas, ya que en ese caso no interfieren con otros visuales.